Posiciones sexuales prohibidas en la edad media

Posiciones sexuales prohibidas en la edad media, en cuestiones de sexo y sexualidad, en al edad media solo era tolerable el sexo con fines reproductivos.
Para los hombres y mujeres medievales los ojos eran muy importante en la sexualidad, el mismo acto de mirar podría estimular el deseo sexual.
A las mujeres de la edad media se les recomendaba evitar mirar a los hombres para no alentar en ellos el deseo sexual.
Tener sexo en al edad media era muy difícil ya que se carecía de privacidad, se dice que la iglesia podía ser el encuentro de estos jóvenes para realizar el acto sexual ya que las iglesias por la mañana estaba desierta y era un sitio seco y seguro.
Los sueños húmedos una de la primeras descripciones de los sueños húmedos están en la novela de Hysmine and Hysminias escrita en el siglo XII.
No solo tenían asociado los sueños húmedo la polución nocturna decían que las frutas se asociaban al amor como las cerezas o las manzanas rojas a estas se le atribuían fuertes connotaciones erótica, como los higos estos frutos evocan directamente a los genitales femeninos, en el mismo sentido la pera podía simbolizar los genitales masculinos.
A la iglesia medieval no le gusta el sexo y los pensadores e la Iglesia como San Jerónimo proclamaban las relaciones sexuales como algo sucio, incluso dentro del matrimonio.
El acto sexual solo estaba permitido como un acto de procreación y este debía de ser frio y discreto, todo aquel que se daba placer sensual o que se había enamorado y buscaba el placer físico se conducía a la condenación.
En el año 1215 Johannes Teutonicius fue el primero en enunciar que solo hay una postura natural para tener el coito.
Hoy en día se la conoce como la postura del misionero pero este fue acuñado como la postura del misionero en la década de los 60, cualquier otra postura sexual era pecado mortal.
Los debates teológicos comenzaron a dedicar reflexiones sobre las posturas que eran mas placenteras y por ende mas maléficas estas se distribuían en el confesionarios donde los confesores tenían manuales especiales.
Aquellas Summa confessorum eran los libros de los confesores estos e distribuían de forma gradual con diversos nombres como summa de poenitentia, summa de confessionibus, summa de casibus, summa de virtutibus et vitiis.
Dentro de estos materiales se podían distinguir 3 tipos de Summa.
El primero esta el del matrimonio el Summa de casibus conscientiae et de matrimonio de Raimundo de Peñafort.
El segundo el de la Summa confessorum de Juan de Friburgo.
El tercero era el catalogo de las virtudes y de los vicios el Summa Monaldina.
Las Summa describían las posturas trasgresoras y la penitencia para cada postura.
Alejandro de Hales nació en Hales y murió en Paris este teólogo consideraba que el coitus retro era una postura de pecado mortal, esta postura desde atrás los consideraba la manera de aparearse las bestias.
San Alberto Magno teólogo llego hasta obispo doctor de la iglesia este examino con detalle 4 posturas prohibidas, de costado, sentada de pie y por atrás.
La sodomía no se consideraba peros si se realiza con una mujer o con un niño, esta se prohibió en Inglaterra en el siglo XVI entre un hombre u otro hombre.
Los castigos se distribuían de la siguiente forma;
– El sexo dorsal con la mujer encima del hombre; tenia una pena de 3 años.
– Tener sexo de forma lateral, sentado o de pie: tenia una pena de 40 días.
– Tener sexo por detrás se consideraba coitus retro: tenia una pena de 40 días.
– La masturbación mutua estaba penado con 30 días.
– Sexo interfemoral la eyaculación entre las piernas tenia una pena de 40 días,
El coito in terga sexo anal tenia las siguientes penas.
3 años con un adulto no especifica mujer o hombre.
2 años si tenia sexo anal con un niño
7 años si la practica sexual anal era habitual.
10 años si tenia sexo anal con un clérigo
Practicar el coitus interruptus tenia una pena de 2 a 10 años, mientras el semenem in ore la practica del sexo oral estaba castigado entre 3 y 15 años.
Los besos y las caricias eran tan malo como la posturas sexuales.
En estas penas eran los días que se marcan a pan y agua no recibían ningún otro alimento mientras estuvieran cumpliendo la pena.
La masturbación estaba menos penada, esta se penaba a los hombre recurrentes a 10 días y a los monjes a 30 días.
La mujeres que utilizaban juguetes eróticos consoladores tenían una pena de 1 año