La necrofilia es una filia que se caracteriza en la atracción sexual por los muertos tanto animales como en humanos.
El termino de la filia se refleja en una obra escrita en 1886 en Alemania por el psiquiatra Krafft-Ebing que lo define como la psicopatía del sexo, los primeros escritos o referencias donde apareció la filia dentro de la historia fue en Grecia, en la Lliada en la guerra de Troya, al parecer en un combate o pelea con la Reina de las amazonas Pentesilea, Atila la atravesó con una lanza dándola muerte, Atila al quitar el casco que cubría la cara de Pentesilea quedo prendado de su belleza, hasta el punto que uno de sus hombres lo acusa de tener relaciones sexuales con Pentesilea.
En la mitología Egipcia también aparece Horus fruto de la relación sexual de Iris con el cadáver de Osiris, dentro de la triada mas importante de dioses Osiris, Isis y Horus a parece el libro de los muertos bajo la forma de Haroeris.
La literatura esta llena de relatos o escritos donde de el amor por la muerte, como es el caso de Edgar Allan Poe en Annabel Lee, este es un poema como en muchas de las obras del americano explora la temática de la muerte, donde el narra lo enamorado que esta de Annabel Lee y describe que incluso después de su muerte sigue estando enamorando y que incluso los ángeles continúan celosos, este escrito que sirvió de inspiración a Edgar se piensa que es a su mujer Virginia Eliza Clemm.
El poema fue escrito por Edgar en el año 1849, no fue publicado hasta poco después de la muerte de su autor, en la misma fecha de creación, al final incluye un tema necrófilo similar al que se insinúa en relatos como Ligeia, Morella y Berenice.
Hace de esto ya muchos, muchos años,
cuando en un reino junto al mar viví,
vivía allí una virgen que os evoco
por el nombre de Annabel Lee;
y era su único sueño verse siempre
por mí adorada y adorarme a mí.
Niños éramos ambos, en el reino
junto al mar; nos quisimos allí
con amor que era amor de los amores,
yo con mi Annabel Lee;
con amor que los ángeles del cielo
envidiaban a ella cuanto a mí.
Y por eso, hace mucho, en aquel reino,
en el reino ante el mar, ¡triste de mí!,
desde una nube sopló un viento, helando
para siempre a mi hermosa Annabel Lee
Y parientes ilustres la llevaron
lejos, lejos de mí;
en el reino ante el mar se la llevaron
hasta una tumba a sepultarla allí.
¡Oh sí! -no tan felices los arcángeles-,
llegaron a envidiarnos, a ella, a mí.
Y no más que por eso -todos, todos
en el reino, ante el mar, sábenlo así-,
sopló viento nocturno, de una nube,
robándome por siempre a Annabel Lee.
Mas, vence nuestro amor; vence al de muchos,
más grandes que ella fue, que nunca fui;
y ni próceres ángeles del cielo
ni demonios que el mar prospere en sí,
separarán jamás mi alma del alma
de la radiante Annabel Lee.
Pues la luna ascendente, dulcemente,
tráeme sueños de Annabel Lee;
como estrellas tranquilas las pupilas
me sonríen de Annabel Lee;
y reposo, en la noche embellecida,
con mi siempre querida, con mi vida;
con mi esposa radiante Annabel Lee
en la tumba, ante el mar, Annabel Lee.
La necrofilia se considera un delito en el código penal Español, en el cual establece el articulo 526
El que, faltando al respeto debido a la memoria de los muertos, violare los sepulcros o sepulturas, profanare un cadáver o sus cenizas o, con ánimo de ultraje, destruyere, alterare o dañare las urnas funerarias, panteones, lápidas o nichos será castigado con la pena de prisión de tres a cinco meses o multa de seis a 10 meses